jueves, 11 de diciembre de 2008

El vino,ex compañeros de colegio y que se yo!

Allí estábamos, un grupo de nuevos-viejos sintiéndonos jóvenes de 20.
El lugar del encuentro, un pub ñuñoíno, nos recibía por segunda vez en 3 años y nada en nosotros había cambiado, eramos los mismos de tantos años atrás.
Han pasado 22 años desde que salimos del colegio y aún nos juntamos. No es que sean reuniones mensuales, ni siquiera anuales pero de tanto en tanto nos apelotonamos y llegamos 10,20 o 30 de nosotros y nuestro profesor jefe, guía, padre y amigo de tnatos años.
Por todos lados flotaban anécdotas junto con el humo de los fumadores (guac!, yo soy del bando de los no fumadores pero me entregué a la dictadura del humo no más) y en la mesa algunos tragos y varias copas con conchos de vino tinto y las botellas vacías repartidas, una por acá, otra por allá.
Vino?
Es tan normal ver vino en las reuniones ahora, tan pasmosamente normal que es sospechoso pues esas copas danzarinas en manos supuestamente expertas sólo me hacen pensar en arribismo chileno.
Hoy somos todos expertos en vino, lo miramos, lo catamos y lo bebemos cuando no tantos años atrás (10 tal vez) el vino aún era de extremos, o era para orinados borrachos de Estación central con tufo avinagrado en las mañanas o era para refinadas fiestas de terno y embajadas donde la botella no podía tener menos de cierta cantidad de años de antigüedad y varios ceros en su costo.
De pronto, todos quisieron tomar vino, catar vino, comprar copas para vino y las piscolas, las fieles piscolas de toda reunión (algo desplazadas por el ron) dieron paso a nuestras aspiraciones de ser "gente" (derecho reservado sólo para un 2 o 3% de la población del imperio) de vivir en Peñalolén (20 años atrás esa comuna era sinónimo de pobreza y de Lo Herminda) o en Huechuraba (idem a Peñalolén pero el sinónimo acá era la Pincoya) que es lo más cerca que uno puede endeudarse para empinarse cerca de Vitacura o Lo curro y por supuesto contar con un set de copas finas, altas, guatonas y aptas para vino tinto (otras serán para el blanco). Y todos a opinar del bouquet!.
El mesero da a servir vino y uno lo "aprueba" y acto seguido comienza el "merequetengue" de la copa, la observación de los-no-se-qué y la apreciación del sabor, de los taninos y del "cuerpo".
BLAGH.
Infame plaga del imperio!, cuando algo se pone de moda todos la seguimos. Somos un imperio al estilo chino de los 60's.. nos uniformamos en gustos y aspiraciones y el que se salga del camino recibirá el reproche social eterno.

EDICTO Imperial:

El vino en el imperio?.. pal asado de fin de semana, en caja y vaso chico de vidrio no mas!, el resto es mentira de alguien que quiere jugar a fino y no puede sacarse el olor a shisha todavía.

He dicho.

P.D. Enólogos de toda la vida, cosumidores de vino desde la infancia... está bien, amen al vino y no se lo tomen a pecho, no los ataco a ustedes ni a nadie.

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